viernes, 10 de enero de 2014

¡Feliz Año!



¡2014! Ya varios meses han pasado desde la última publicación y a menudo recuerdo nunca haber escrito una entrada final. No era mi plan entonces, y tampoco lo es ahora. Debo reconocer que mientras invertía mi energía y dedicación en todas las cosas nuevas que han llegado a mi vida, abandoné otras sin previo aviso y muy a mi pesar! :( 
No quiero despedirme aún, al menos deseo que éste pequeño espacio permanezca como un archivo en línea de artículos y escritos accesibles que hablen al corazón; pero aunque quisiera tampoco estoy en el lugar aún de escribir regularmente aquí aunque lo haré cada que tenga la oportunidad. Cómo lo hago hoy. (O mas bien ayer? Como verás a continuación esto lo escribí ayer jueves por la noche pero no lo pude publicar entonces porque todavía me quedaba corregir el texto y sólo ahora pude terminar :) Es jueves por la noche, una noche hasta el momento atípica en nuestra rutina familiar. Mi esposo está reuniéndose con un pastor, y mi hija de casi 7 meses después de combatir el sueño todo el día por fin cayó rendida en su cuna dándome este tiempo extra para escribir un poco, ¡es el momento del día donde los papás hacemos fiesta! ;)

Ayer mientras atendía a Aletheia (mi hija) me topé con un articulo en el blog de TGC (Coalición por el Evangelio) en ingles. La llegada de Aletheia trajo mucho gozo y aventura a nuestras vidas, pero también me trajo una serie de sentimientos no anticipados con respecto a mi figura. La mayoría de mujeres si no todas, después de dar a luz se dan cuenta de cómo sus cuerpos han cambiado, era obvio mientras se estaba en embarazo, pero luego de que el bebé ha nacido esos otros cambios no tan notorios se hacen evidentes, y toma tiempo, la verdad que toma tiempo acostumbrarse y aceptar los cambios que la maternidad trae al cuerpo de una mujer. Y en lo personal no quiero que esos sentimientos caractericen esta etapa de la vida aunque no pueden nunca opacar el gozo de ser madre, sin embargo sino cuidamos el corazón pueden manchar nuestros pensamientos  con ingratitud y amargura. Por eso el articulo que leí  en TGC llamó mi atención y obró como un excelente purificador de mi corazón, me vi reflejada en algunas de estas señales descritas por la autora. No somos las únicas por eso aprovechando las horas de sueño de mi bebé realicé mi primera traducción de año y de los últimos meses! ¡Hurra!

Si quieres leer la traducción del artículo, puedes hacer clic aquí: When Women Lust (Cuando las Mujeres Tienen Lujuria)

Dios te bendiga!




Cuando las Mujeres Tienen Lujuria


Cuando las Mujeres Tienen Lujuria

(When Women Lust por Eowyn Stoddard, publicado originalmente en inglés en el blog TGC) 

Todos sabemos que los hombres luchan con el pecado de la lujuria. ¿Pero qué de las mujeres? Aunque cada vez es más común escuchar de mujeres que luchan con el uso de la pornografía, muchas mujeres aún parecen percibir que tienen la ventaja sobre los hombres en el terreno moral. Tales comparaciones no ayudan porque hombres y mujeres a menudo luchan de diferentes formas.

renee_bouche

Cuando una mujer hermosa entra a una sala o aparece en una pantalla o en una publicidad, todos los ojos se clavan en ella. Mientras que los hombres pueden pensar en sexo, una mujer puede estar pensando, ¿me pregunto qué se sentiría tener un cuerpo así? Los hombres quieren el cuerpo, las mujeres quieren el cuerpo.  Desean el cuerpo que atrae todas las miradas. la lujuria puede ser tanto una fuerte sensación de deseo sexual, o un fuerte deseo por algo. Sabemos cuando un hombre ha pecado puesto que él toma el cuerpo que quiere al sumergirse en la pornografía o visitando a una prostituta. Pero, ¿cómo luce una mujer al actuar llevada por su lujuria? Ella no puede obtener el cuerpo que desea tener, ¿entonces que hace? En su mayoría, su pecado permanece escondido. Sin embargo, quedan a la vista una serie de señales de su pecado las cuales describiré en primera persona porque yo también lucho con esto.

Señales de Lucha

Auto-conmiseración
El primer sentimiento que la lujuria produce en una mujer es la falta de satisfacción con su propio cuerpo. Hemos comparado nuestro cuerpo con el de alguien más y salimos perdiendo. Imaginamos a la otra mujer como más sexy, más segura de sí misma, y mejor que nosotras en todo aspecto. Esto nos lleva a la auto-conmiseración. 

Inseguridad
 Sentir lástima de nosotras mismas nos hace sentir inseguras. Nos sentimos amenazadas en nuestra propia feminidad y comenzamos a preocuparnos pensando que nuestro esposo o prometido o novio vaya a encontrar una nueva mujer mas atractiva. Traspasamos a la realidad este temor subjetivo. Y porque estoy luchando con lujuria, asumo que el hombre en mi vida también lo esta, así que una y otra vez pienso que nuestra relación esta bajo amenaza  con cada nueva mujer atractiva que nos encontramos.

Crítica
Sentimos la necesidad de humillar otras mujeres. Racionalizamos nuestra propia lucha al igualar el área de juego en nuestra propia mente. El pensamiento es el siguiente: Bueno, ella puede ser muy sexy, pero probablemente no es muy inteligente, o, Su cabello es perfecto, pero ¡que bueno que no tengo sus piernas! Nunca diríamos nada cruel, pero lo pensamos para hacernos sentir mejor.

Activismo
Si ninguna de estas cosas nos hacen sentir mejor, nos embarcamos en un ciclo sin fin de auto-mejoramiento. Sentimos la necesidad de volver a ganar terreno porque nuestro lugar como número uno ha sido amenazado. Esta es una forma de hacer obras de justicia con las cuales intentamos probarnos a nosotras mismas, al mundo a nuestro alrededor, y en últimas incluso a Dios mismo de que nosotras podemos cambiarnos a nuestra propia imagen, la perfecta que hemos creado, aquella que tan desesperadamente queremos obtener. Hacemos nuevas resoluciones dietarias, nuevos y mejores planes de ejercicio, y compramos nueva ropa y cosméticos para lucir más atractivas. 

Colocando a Dios en el Muelle

Tener lujuria hacia el cuerpo de otra mujer es un síntoma de una insatisfacción profunda con la manera en la que nos vemos. Es un asunto de orgullo. Sentimos que merecemos algo mejor. Cuando era una adolescente luchaba con aceptar mi cuerpo y todos sus cambios, y mi madre una vez me dijo, ¡El quejarte sobre tu figura es como darle una cachetada a Dios en la cara! Eso verdaderamente llamó mi atención. Mi insatisfacción con mi cuerpo estaba gritándole a Dios en la cara, ¡me hiciste mal! Pero como mi creador, ¿No tenia él el derecho de hacerme como a él le placiera? ¿No miró Dios sobre su creación y dijo que era buena? ¿Quien era yo para contradecirlo? Nuestros cuerpos son importantes para Dios, así que necesitamos cuidar de ellos como buenos administradores. Debemos comer bien, ejercitarnos con regularidad, y dormir lo suficiente. Sin embargo, la caída afectó nuestros cuerpos de manera que envejecen, se arrugan, se cuelgan y eventualmente mueren. Dios conoce este proceso y en su misericordia, el envió a Jesús a morir en la cruz para revertir los efectos mortales de la caída.

A través de la resurrección, Dios nos aseguró que él es capaz y está en el proceso de hacer todas las cosas nuevas. Pero de manera interesante, Dios trabaja en renovarnos de adentro hacia afuera, no de afuera hacia adentro. "Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día." (2 Corintios 4:16 LBLA). Él comienza con nuestros corazones porque es ahí donde yace el problema principal, y él escogió adentrarse a esa caverna para irradiar su luz. Cuando comenzamos a mirar nuestros corazones a través de sus propósitos redentores, veremos dónde el Espíritu está iniciando el cambio, trayéndonos al arrepentimiento y dándonos nuevos deseos. El resto de los efectos de la caída serán vencidos en el día final, y entonces también recibiremos cuerpos perfectos que estén a la par de nuestros corazones perfeccionados.
Tal ves esa es la razón por la que él constantemente nos frustra en nuestros esfuerzos de renovarnos a nosotras mismas de afuera hacia adentro. Quiere que nos demos cuenta que estamos hechas para algo mucho mayor. El ser una mujer auto-fabricada basada en los ideales impuestos por las revistas para mujeres o compararnos a nosotras mismas con otras mujeres a las que admiramos no es la meta de Dios para nosotras. ¡Eso es muy pequeño! De hecho, esas revistas pueden ser tan malas para nuestras almas como la pornografía lo es para los hombres.
En su lugar, Dios nos cambia en la imagen de Su Hijo, Jesús, el hombre perfecto. Él desea que experimentemos gozo en la manera en que él diseñó que fuéramos. Él cumple todos sus propósitos en nosotras. No desperdiciemos tiempo precioso en tratar de ser alguien más. El estar satisfechas solo en Dios nos hará a ti y a mi mujeres atractivas e irresistibles, por dentro y por fuera, porque Su amor brillará a través de nosotros para que el mundo pueda ver.


jueves, 23 de mayo de 2013

La Maravillosa Persona de Cristo


Esta es una antigua entrada que vale la pena recordar. ¡Medita hoy en la maravillosa persona de Cristo, quien es tu Salvador y mucho, muchísimo más!

"La Persona y la Obra de Cristo" 1849     Por James Smith                       

¡Que maravillosa persona es mi glorioso Jesús! Todos los divinos atributos son hallados en El. Como no hay límites para Su plenitud--tampoco hay límites para mis provisiones, o para la más pequeña de mis necesidades.

¡Jesús es mi divino Salvador!
Su generosidad me suplirá,
Su omnipotencia me librará,
Su omnipresencia me protegerá,
Su omnisciencia me guardará;
Su amor me animará,
Su misericordia me sanará,
Su gracia me sustentará,
Su compasión me consolará,
Su lástima me aliviará,
Su bondad me proveerá,
Su ternura me calmará,
Su benevolencia me animará,
Su paciencia con migo permanecerá,
Su justicia me vengará,
Su fidelidad me alentará.
Su santidad me hermoseará,
Su ira me hará temblar,
Su vida me vivificará,
Su luz me iluminará,
Su Palabra me regulará,
Su gozo me deleitará,
Su bienaventuranza me elevará,
Su longanimidad me guiará al arrepentimiento,
Su inmutabilidad asegurará el cumplimiento de todas las promesas para mí,
Su verdad será mi defensa y escudo,
Su soberanía despertará mi admiración,
Su condescendencia me inspirará con gratitud y amor,
¡Y Su auto-suficiencia me satisfará en el tiempo y en la eternidad!

En Jesús, Dios me ha reconciliado a Si Mismo--imputándole a Él mis transgresiones--y Su obediencia a mí.

Dios mediante Jesús, se lleva...
Todos mis pecados,
Su propia ira, y
¡Mi merecida condenación!

Todas las cosas buenas...
Son atesoradas en Cristo,
Fueron procuradas para mí en Cristo,
Fluyen hacia mí a través de Cristo, y
¡Son conferidas a mí por el bien de Cristo!

¡Cuán adecuadamente encaja el Señor Jesús en mi caso! ¡Inflexible justicia demanda mi sangre--pero Él se hace mi substituto, y derrama la Suya!

¡En Jesús, veo a mi pecado--y a la justicia de Dios encontrarse!
¡El remueve lo primero--y satisface lo segundo!

¿Cómo se le llama a Jesús en la Santa Palabra de Dios?
El Salvador--en referencia a mí perdida condición.
El Reconciliador--en referencia a la enemistad que existe entre mí mismo y Dios.
El Redentor--en referencia a mi esclavitud al pecado.
El Mediador--respecto al desacuerdo entre mí mismo y el Más Alto Dios.
El Refinador--con respecto a mi inmundicia.
El Abogado--con respecto a mi causa perpleja.
El Profeta--con respecto a mi ignorancia.
El Sacerdote--con miras a mi culpabilidad.
El Rey--respecto a mi debilidad y mis enemigos.
El Novio--respecto a mi bajo estado y relación.
El Medico--con respecto a las muchas enfermedades del alma.
En una palabra, Jesús es "Todo En Todo."


¡Oh Conocer más de Jesús, en...
La gloria de Su persona,
Las riquezas de Su gracia,
La perfección de Su obra,
La ternura de Su corazón,
La fortaleza de Su amor y
La efectiva obra de Su poder!
~ ~ ~ ~ ~

viernes, 17 de mayo de 2013

El Enemigo del Contentamiento



Ahí estamos, Josh y yo junto a nuestra preciosa hijita, ¡esperando su pronta llegada! Me encanta esa foto porque refleja el anhelo y la oración de nuestros corazones de ser padres conforme al corazón de Dios enseñando desde temprana edad a nuestros hijos a amarle y servirle a Él.  Al compartir con amigos y familiares ésta y otras fotos el Lunes pasado me di cuenta de lo mucho que una imagen puede comunicar, pero también me hizo reflexionar en un mal que ha aumentado con los medios de comunicación, ¡la comparación!

Cuando la fotógrafo me envió esas imágenes, para ser honesta, ¡quedé sorprendida del resultado final! La mirada en nuestros rostros lucia plácida y calmada, ¡y la verdad es que nos vemos bien! :) La razón de mi sorpresa se debía a que ese día en que tuvimos la sesión de fotos me habia comenzado una alergia terrible que hasta el día de hoy me tiene con caja de pañuelos en mano, y con picazón en toda mi cara. ¡Y como si eso no hubiera sido suficiente razón para hacerme sentir no muy agraciada y fotogénica, el sentarme y  pararme para cada pose me tuvo con un dolor constante y agudo en mis caderas durante toda la sesión de fotos! ¡todo menos bonita era como me sentía mientras la fotógrafo hacía su trabajo! me sentía como una viejita cada vez que debía cruzar las piernas, o ponerme de pie, o recostarme sobre un árbol... ¡y no es para menos con 36 semanas y media de embarazo! 

¿Pero eso no es lo que ves en la foto verdad? 

Aunque el mensaje que Josh y yo comunicamos en la imagen es genuino y sincero, la realidad detrás de la foto dista mucho de lo que se puede apreciar. Por mi parte hay dolor, incomodidad y cansancio, esas cosas que son invisibles a quien mira desde el exterior. 

Vivimos en una era visual, rodeados de imágenes en movimiento pero editadas, o idealmente detenidas en el tiempo y cuando las miramos somos tentadas a entrar en el sucio juego de la comparación. Comparamos lo que somos, tenemos, y cómo nos vemos con lo que vemos proyectado en esas lindas imágenes de portada. 

Pero cometemos el error de comparar nuestro mundo interno con las imágenes externas de otros. Vemos esa sala inmaculada y moderna en la portada de una revista de decoración y nos deprimimos pensando, "mi casa no se ve así"; abrimos facebook y vemos una radiante imagen mostrando a nuestra amiga corriendo por el campo con una sonrisa de oreja a oreja, y pensamos "ella es tan hermosa y feliz, ¡yo nunca me vería así de bien corriendo por el campo!" Y es así como injustamente terminamos deprimidas e inconformes con lo que somos y tenemos. Pero si somos honestas sabremos que la verdad es que esa sala en la portada de la revista de decoración muy seguramente fue meticulosamente limpiada y arreglada para la foto ¡y que no siempre luce asi de limpia y organizada si una familia habita en ella! y la verdad es que tu amiga como cualquier otro ser humano tiene sus propias inseguridades ¡y quizás hasta tenia dolor de cabeza cuando le tomaron esa foto! Pero no vemos eso cuando nos encontramos con imágenes que muestran un ideal, una realidad momentánea mas no permanente. 


El punto al que quiero llegar con esta entrada no es el de provocarte a una actitud criticona e incrédula cada que veas una foto radiante o a alguien sonriendo de oreja a oreja ¡ni que comiences a dudar de la veracidad de la felicidad de los demás! Sino que estés consciente de que nuestra tendencia pecaminosa hacia la inconformidad e ingratitud nos roba del gozo y plenitud que tenemos en Cristo. Esa inconformidad nos hace creer que "el pasto es más verde en el patio del vecino" amargando nuestros corazones y siendo ingratas para con Dios, y en lugar de inclinar nuestros corazones al consejo de Dios que nos dice "Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran" (Rom. 12:15) ¡terminamos llorando con los que se gozan y gozándonos de los que lloran! 

Creo que no hay mayor afrenta que podamos mostrarle a Dios que cuando despreciamos lo que Él ha hecho de y con nosotros, llenando nuestros corazones de murmuración, codicia e ingratitud. La comparación mata nuestro gozo, nos roba de la plenitud de nuestra herencia en Cristo y nos hace estériles para la obra de Dios. 

Por eso hoy te invito a que hagas un ejercicio consciente conmigo cada vez que veas esa radiante imagen que muestra a tu amiga/o viviendo un momento de felicidad y sientas la tentación de la auto-conmiseración: Recuerda Romanos 12:15 y bendice al Señor por la gracia que él derrama sobre otros y de la cual tu estas siendo testigo. Sonríe cuando otros sonrían y muestra compasión cuando otros lloran. ¡Si haces esto veras que tu vida nunca carecerá del gozo que nos ha sido dado en Cristo! y que alegrarás el corazón de Dios mientras le alabas con una actitud sincera que declara contentamiento y gratitud en todo tiempo.





jueves, 2 de mayo de 2013

¡ANC ya esta Aquí!


¡El ministerio de Aviva Nuestros Corazones en español finalmente lanzó su página web oficial! Eso significa que ahora puedes escuchar DIARIAMENTE el programa radial desde cualquier parte del mundo donde te encuentres. Una verdadera bendición del Señor para ti. ¡Compártelo con todas tus amigas, utiliza esta herramienta maravillosa para edificar tu vida y las vidas de otras mujeres que necesitan crecer a la imagen de Cristo!

El programa de hoy se titula "Oportunidades Adelante" escúchalo aquí.

Visita la pagina de facebook oficial de este ministerio aquí.

 


 

Día Nacional de la Oración


Hoy en Estados Unidos se celebra el día nacional de la oración. Aunque muchos de los que se reúnen a orar no tienen una relación personal con Dios sino que lo hacen por tradición, otros, Sus hijos, nos unimos a éste llamado a orar para una vez más dirigir nuestro clamor al SEÑOR en humillación y arrepentimiento, pidiendo por un avivamiento en nuestras corazones, para que la gloria de Dios se manifieste en el mundo a traves nuestro. Hoy te comparto una hermosa oración puritana llamada "El Valle de la Visión," esperando que sea de bendición para ti llevándote a meditar en el SEÑOR y en Su evangelio salvador. 

EL VALLE DE LA VISIÓN
Por Arthur Bennett - editor del libro

“The Valley of Vision: Una Colección de Oraciones Puritanas”


Señor,
Santo y sublime, manso y humilde,

Me has traído al valle de la visión,
donde vivo en las profundidades, pero te veo en las alturas;
rodeado por montañas de pecado,
contemplo tu gloria.

Déjame aprender estas paradojas
que el camino descendente es el camino ascendente,
que humillarse es exaltarse,
que el corazón quebrantado es el corazón sanado,
que el espíritu contrito es el espíritu gozoso,
que el alma arrepentida es el alma victoriosa,
que no tener nada es tenerlo todo,
que cargar la cruz es llevar la corona,
que dar es recibir,
que el valle es el lugar de la visión.

 Señor, en el día pueden verse las estrellas
 desde los pozos más profundos,
 y mientras más profundo el pozo,
 más radiantes brillan tus estrellas;

Déjame encontrar tu luz en mi oscuridad,
tu vida en mi muerte,
tu gozo en mi tristeza,
tu gracia en mi pecado,
tus riquezas en mi pobreza
tu gloria en mi valle.  

 ~~~







miércoles, 24 de abril de 2013

¿Qué Es La Verdad?


 "Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad."
~Juan 18:37b


"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; nadie viene al Padre sino por Mi." 
~Juan 14:6

La Verdad refleja al Padre, 
Ama al Padre, 
Revela al Padre.

"El que me ha visto a mí, ha visto al Padre..." 

 
La Verdad aborrece la mentira, 
Al padre de mentira
Y a las consecuencias de la mentira, que son el pecado y la separación de Dios.
La Verdad revela los hechos y expone la maldad,
Juzga con justicia e imparcialidad.
La Verdad es pura
buena, 
amable,
justa, 
santa, 
recta, 
separada
Con Dios,
En Dios.
La Verdad es Cristo.

Por eso el mundo la aborrece. Y aborrece a los que son de ella. 

A la Verdad la azotaron
La coronaron de espinas,
La ultrajaron y vistieron de verguenza,
La deshonraron, golpearon, ...rechazaron.
A la Verdad la crucificaron.

"...Todo aquel que es de la Verdad, oye mi voz." ~Juan 18:37b

Y no pertenece a este mundo, porque tampoco ella es de este mundo.
Pues la Verdad,
Los santifica

La Palabra de Dios que es Verdad, los purifica.
Los que son de la Verdad son enviados al mundo,
como la Verdad fue enviada al mundo antiguo,
para que den testimonio de ella.

Los que de ella dan testimonio, son santificados y santifican a otros por el poder de Su Palabra.

"No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad." ~Juan 17:16-17


~Karen Parsley