martes, 4 de agosto de 2009

Con los que se Gozan

Hace unos días leí un artículo en uno de los blogs que visito regularmente1. Me llamó la atención su titulo y me sorprendió ver las muchas verdades que contenía no solo para las mujeres solteras, sino para todos los creyentes. Así que me puse la tarea de traducirlo para compartirlo contigo. Aunque gracias al Señor he podido disfrutar de las bendiciones de otros, sé que lo que Carolyn plantea en este escrito es algo muy común en todas las mujeres, y tengo algunas amigas que se pueden identificar. Con buen humor y mucha claridad Carolyn nos presenta un cuadro que muchas sabremos identificar, (por experiencia propia o porque nos a tocado muchas veces ser el paño de lágrimas de algunas amigas), y nos brinda el mejor consejo para gozarnos con los que se gozan.
Asi que a leer!, te identifiques o no, éste material vale oro para todos los que buscamos agradar a Dios en todas las cosas.
¡Amigas esto es para ustedes!

¡Espero que lo disfruten!

1 http://solofemininity.blogs.com/posts/

Con los que se Gozan

Encontrando gozo y paz a través de Cristo durante tu soltería...

Por Carolyn McCulley

Mezclada entre las cuentas y las ofertas que llegan al correo, allí está: otra invitación de bodas. Dirigida solo a ti, no “y acompañante”.

Esperando en el correo electrónico otro feliz anuncio, junto con las fotos de la brillante sortija: Otra amiga está felizmente comprometida.

En la tienda, te encuentras con una compañera de clases – y su evidente barriguita. Una nueva invitación a un baby shower se avecina a tu futuro.

¿Tú? Tú todavía esperas. Y esperas.

Al principio, esperar es duro. La esperanza asecha a la vuelta de la esquina de toda situación nueva. Pero la experiencia eventualmente confiere una resignación de acero. Ni siquiera se siente bien llorar más. La auto-compasión a perdido su encanto.

Entonces, la calmada voz del Espíritu Santo penetra en tu gris neblina de rotas esperanzas. En un corazón lleno de apatía inesperada, estas gentiles palabras brotan en los primeros momentos de despertar: “Gozaos con los que se gozan.”

Imposible, piensas con renuencia. Necesito alejarme de esas alegres y brillantes personas. Así es como lo manejo, guardando mi corazón. Abriendo tus ojos, el enojo surge en la primera luz de la mañana. Dios, tu les diste a ellos lo que yo quiero. Pero no me lo has dado a mí. ¡¿Y quieres que me goce en eso?! No creo que eso sea posible.

En Vista de la Misericordia de Dios

Ah, pero es posible, tú lo sabes. No solo es posible, es un mandato bíblico. Un mandato, sin embargo, que está envuelto en gracia y rociado con esperanza. Lejos de una orden de “aprieta los dientes y sólo hazlo” de un antipático superior, esta directiva brota de la misericordia.

“Gozaos con los que se gozan” se encuentra en Romanos capitulo 12. Este capítulo comienza con un “Así que,” que dirige nuestra atención al párrafo anterior de alabanza y adoración (doxología):

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿ó quién fue su consejero? ¿O quién le dio á él primero, para que le sea pagado? Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea gloria por siglos. Amén. (Romanos 11:33-36, RVA)

Todas las cosas son de él y por él y para él. ¿Así que? Si, así que mira la vida a través de la vista panorámica de su misericordia.

ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto. Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12:1-3, RVA)

A primera vista, este pasaje parece estar dirigido principalmente a los hombres a causa de la limitación de la traducción – “hermanos.” Pero la palabra Griega allí se refiere a los hermanos en una familia. Así que, hermanas, apliquemos esto a nosotras mismas. En vista de la misericordia de Dios, cuando comience la queja en los primeros momentos del día, una forma de gozarse con aquellos que se gozan es no tragarte tu enojo, sino cambiar tu enfoque. Renueva tu mente al pensar en lo que es cierto y verdadero acerca de Dios – más específicamente, la increíble misericordia que ya has recibido como una hija perdonada y adoptada.

El gozarse comienza cuando miramos nuestra situación a través de la misericordia de Dios y con alabanza de sus múltiples perfecciones. En lugar de una ira santa por nuestros pecados y desobediencia, hemos recibido misericordia por nuestro orgullo y rebelión. Una mente conformada a este mundo siempre mira las cosas desde un punto de referencia llamado, Mi, Yo Mismo, y Yo. Pero una mente transformada es alguien que tiene como punto de referencia el carácter de Dios.

Desafortunadamente, tendemos a extraviarnos de esta verdad. Somos como un niñito con sus ojos puestos en un nuevo juguete o en un helado. Dios nos sigue diciendo que le miremos a él a los ojos y prestemos atención a lo que él nos está diciendo, pero le tiramos de la mano teniendo nuestra mirada enfocada en otra parte. Le miramos y volteamos nuestros ojos por un segundo, como diciendo, “Si, si, ya te oí, ¿pero sí viste esto?” Tener nuestros ojos en la verdad del evangelio es tan difícil como captar la atención de un niñito terco e inquieto.

Este es el primer paso en gozarse con aquellos que se gozan: Sentarnos por un momento y considerar nuestra situación actual “en vista de la misericordia de Dios.”

Muchos Somos Un Cuerpo

Como explica el capítulo 12 de Romanos, encontramos el segundo paso para gozarnos con las bendiciones de otros: Estamos en esto juntos.

Digo pues por la gracia que me es dada, á cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme á la medida de la fe que Dios repartió á cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, empero todos los miembros no tienen la misma operación; Así muchos somos un cuerpo en Cristo, mas todos miembros los unos de los otros. (Romanos 12:3-5, NIV)

No debemos pensar de nosotros mismos más de lo que somos. ¿Pero, no es acaso eso lo que hacemos cuando apartamos nuestra mirada de las misericordias de Dios y comenzamos a codiciar las bendiciones de otros? ¡Oye, yo merezco esa bendición también! Soy lo suficientemente buena – ¡Debería tener todo lo que tengo, y eso también! Este pasaje continua hasta decir que cada uno de nosotros hemos recibido dones que varían de acuerdo a la gracia que nos ha sido dada – y que estos dones son para beneficiar y servir a otros. No hay necesidad de codiciar los dones o habilidades de los demás, porque ellas fueron dadas para el beneficio del cuerpo entero.

Incluso con algo tan personal y específico como el matrimonio y los hijos, este pasaje nos ayuda a sentarnos y ver una vez más la vida a través de la panorámica de las misericordias de Dios. En una era en que el matrimonio es estimado tan ligeramente y disuelto tan rápidamente, cuando tantos bebes son abortados antes de nacer, cuando hay tanto desacuerdo sobre como debiera ser la vida familiar – ¿No es increíble que el Señor penetra a través de toda este desorden egoísta y pecaminoso para proveer esposos y familias a cualquiera de sus hijos?

Es una ardua batalla en nuestra era comprometerse y vivir un matrimonio piadoso. Punto. Si, sería bueno si fuéramos bendecidos de manera similar, pero podemos gozarnos en que Dios sigue proveyendo estas bendiciones a Su pueblo. Cuando podemos ver la bondad de Dios en el sentido corporal – las muchas bendiciones en el cuerpo – es ciertamente causa de celebración.

Vence el Mal con el Bien

El resto de este capítulo resalta el comportamiento que demuestra el mandato final en Romanos, capitulo 12: “No seas vencido de lo malo; mas vence con el bien el mal” (v.21). Debemos amar sin hipocresía, soportarnos los unos a los otros en mostrar honor, gozándonos en esperanza, perseverando en la tribulación, devotos en la oración, contribuir a las necesidades de los santos, practicar la hospitalidad, y ser de un mismo sentir con todos – esto quiere decir, gozándonos con los que se gozan y llorando con los que lloran. Permitamos que el amor sea genuino y de esta forma venceremos el mal.

Seamos honestas ahora. El mal está cuando resentimos a otros por lo que ellos han recibido, ¿no es así? El mal está en nuestro juicio pecaminoso hacia Dios y hacia los felices destinatarios de Sus bendiciones. El mal está en nuestro herido orgullo. El mal está en nuestro quejarnos y murmurar. El mal está en nuestra mezquina participación de sus celebraciones. El mal está en nuestra preocupación egoísta de lo que otros pueden pensar de nosotros si no tenemos lo que ellos tienen. Vivimos un Cristianismo radical cuando esquivamos nuestra propia sabiduría para tomar seriamente estos mandatos:

Bendecid á los que os persiguen: bendecid y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan: llorad con los que lloran. Unánimes entre vosotros: no altivos, mas acomodándoos á los humildes. No seáis sabios en vuestra opinión. (Romanos 12:14-16, RVA)

El patrón de este mundo es compararse y quejarse. Pero cuando miramos la vida en vista de las misericordias de Dios, somos verdaderamente capaces de identificarnos con otros, incluyendo a aquellos que tienen razones para gozarse. En lugar de permitir que los buenos dones y las bendiciones de Dios produzcan luchas y ambiciones egoístas, vencemos el mal con el bien siendo verdaderamente agradecidos por lo que otros celebran.

Copyright © 2007 Carolyn McCulley. All rights reserved. International copyright secured.

Karen

http://loveamonglilies.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. hey esto me ayuda mucho a mi, no en esa area de la solteria pero en otras areas de mi vida en las que me quejo!
    Heidi Mejia

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  2. Gracias por el trabajo de traducir este mensaje, fue de mucha bendicion para mi, te amo Karen.

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