viernes, 24 de septiembre de 2010

Ellos Amaban a Sus Esposas


Ellos Amaban a Sus Esposas
& La Importancia de Leer las Escrituras

Amor entre los Puritanos (Tomado del blog en inglés A Puritan at Heart)

Los reformadores, y Calvino particularmente aplicaron Sola Scriptura a cada faceta de sus vidas. Ellos no torcieron las Escrituras para hacerlas encajar en sus gustos personales; tampoco las exprimieron para hacerlas encajar en la tradición. La Escritura sola, se mantuvo como la regla para todo, no había autoridad superior, y la Escritura sola gobernó la totalidad en sus vidas.

Las Escrituras nos dicen que el esposo debe amar a su esposa de manera sacrificial, como Cristo amó a su iglesia. Y en lo principal, en los hogares de los reformadores, especialmente en cómo ellos trataron a sus esposas, fueron epístolas vivas, pues estaban fundados en la base de la Escritura. Así que mientras que Calvino pueda parecer como un individuo frio y sin sentimientos, algunas veces duro en cómo es percibido en algunos de sus escritos, su tierno corazón hacia su esposa, muestra un lado completamente diferente de su carácter. Y Martin Lutero, quien era conocido por ser más bien explosivo, de la misma manera que Calvino, cuando se trataba de su Katie, no había otra expresión de amor mayor por las cosas terrenales que la que tenia por ella.

Calvino habló de su esposa, Idelette como fue reportado por James Good de la siguiente manera:

“…la excelente compañera de su vida, la siempre fiel asistente de su ministerio”. El creía lo que la Biblia decía, “El que haya esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia del SEÑOR. “

“Allí ella revelaba las mismas hermosas características de una esposa fiel. Ella era devota a su esposo. Como él era propenso a una naturaleza enfermiza y débil, ella le cuidaba al lado de su cama en su enfermedad, y le animaba en sus momentos de debilidad y depresión. Ella así le calmaba grandemente en medio de las tremendas cargas de sus labores. Sin duda le debemos mucha de la abundancia y claridad de los pensamientos de su esposo a su amable ministerio en el hogar. A menudo ella vigilaba al lado de su cama en la noche, sosteniendo sus manos cansadas, pues él sufría de terribles dolores de cabeza. En sus tristes horas, cuando noticias adversas llegaban, ella le alentaba y confortaba. Cuando los rebeldes en furia salían a las calles vociferando en contra de los ministros de Geneva, ella se retiraba a su alcoba, se ponía sobre sus rodillas y oraba. Como la buena esposa de un pastor, ella visitaba al enfermo. Era vista a menudo alentando al acongojado. Su casa era un asilo para numerosos refugiados que venían en multitudes a Geneva. Ella cuidaba de ellos con tan hermosa hospitalidad que algunas la culpaban de ocuparse mas de los extraños que de los nativos de Geneva. Se deleitaba en la compañía de sus amigas, especialmente de Farel, Beza, y otras. Ella acompañaba a su esposo en sus caminatas, las cuales el hacia raramente, a la Colognia y Bellerive. La esposa de Viret era para ella como una hermana.”

Martin y Katie Lutero también siguieron los mismos pasos de exhibir la belleza de una vida familiar Cristiana:

Philip Schaff escribió:

“Ellos vivieron felices juntos durante 21 años, y compartieron las usuales cargas y alegrías. Su vida domestica es muy característica, llena de buena naturaleza, inocente humor, cordial afecto, fuerte simplicidad, y enteramente Alemana. Estaba por debajo del refinamiento del hogar Cristiano moderno, y algunas de sus expresiones sobre la relación entre los dos sexos son secundarias; pero debemos recordar la rudeza de la época, y sus orígenes campesinos. Ninguna mancha descansa sobre su vida hogareña, en la cual él era tan gentil como un cordero y como un niño entre sus hijos.

Lutero diría:

“Junto a la Palabra de Dios, no hay mas precioso tesoro que un matrimonio santo. El regalo de Dios más alto en la tierra, es una esposa piadosa, alegre, Temerosa de Dios, y cuidadora del hogar, con la que puedas vivir apaciblemente, a la que puedas confiar tus bondades y cuerpo y vida.”

De nuevo Schaff:

“El amó entrañablemente a su esposa, y juguetonamente la llamaba en sus cartas “amada de mi corazón, graciosa ama de casa, comprometida mano y pie en amoroso servicio, Catherine, Señora Lutero, Señora Doctor, Señora de Zulsdorf, y cualquier otra cosa que ella pueda ser.” Ella era una buena Ama de casa Alemana, cuidando de las necesidades de su esposo e hijos; ella contribuyó a su consuelo personal en enfermedad y en salud, y le permitió a él ejercitar su hospitalidad. Tenía una fuerte voluntad, y sabía cómo tomar su parte en el asunto. Él algunas veces se refería a ella como su “Señor Katie,” y a sí mismo como su “siervo dispuesto.” “Katie,” le decía él a ella, “tienes un esposo piadoso al que amas; eres una emperatriz.”

Muchas personas conocen el dicho, ‘la caridad comienza en el hogar’. En el caso de los Reformadores y puritanos, la reforma comenzaba personalmente con ellos mismos, tal que ellos y sus vidas, comenzando con el hogar, eran epístolas vivientes, y es lo que necesitamos que regrese en nuestros días.

Matthew Henry escribió acerca de la religión en la Familia:

1. Debes leer las Escrituras a tus familiares, en manera solemne, requiriendo su concurrencia a tu lectura, y su atención a ella: e inquirir, en ocasiones, preguntando si ellos entienden lo que lees. Espero que no haya ninguno de ustedes sin Biblias en sus casas…Sino ¿de qué te serviría tener Biblias en tu casa, si no las usas? Tener las grandes cosas de la ley y el Evangelio de Dios escritas en ti, ¿te parece cosa extraña? Miras a diario entre tu biblioteca, y quizás conversas mucho con los periódicos noticiosos, ¿y harás tu Biblia a un lado como su fuera un viejo almanaque pasado de moda? No es ahora digno de castigo leer las Escrituras a tu familia como lo era antes en el amanecer de la Reforma por el papado, cuando existían aquellos que eran acusados y perseguidos por leer de cierto libro herético llamado la Biblia en Ingles… Tienes gran motivación para leer las Escrituras; porque a pesar de los maliciosos esfuerzos de los ateos de vilificar las cosas sagradas, el conocimiento de las Escrituras todavía tiene su reputación entre los hombres sabios y buenos. Tienes una variedad de excelente ayuda para entender las Escrituras, y para mejorar tu lectura; puesto que si tú o los tuyos mueren por la escases de este conocimiento, como ciertamente lo harás si persistes en negarlo, puedes agradecerte a ti mismo, la culpa yacerá enteramente en tu propia puerta.

Permíteme por lo tanto con toda urgencia imprimir en ti el deber solemne de leer las Escrituras como parte de tu diaria alabanza en tu familia. Cuando hablas a Dios en oración, ten deseos de escucharle hablarte a través de Su palabra, para que exista una completa comunión entre tú y Dios. Esto añadirá mas a la solemnidad de la alabanza familiar, y hará la transacción más seria, si es hecha de la manera correcta –que conducirá mas al honor de Dios y a la edificación tuya y la de tu familia. Hará que la palabra de Dios sea familiar para ustedes, y tus hijos y siervos, para que estén listos y fortalecidos en las Escrituras, y sean desde allí enteramente equipados para toda buena palabra y obra. De igual manera te equipara con formas y palabras para la oración, y será útil para ti en otras áreas del servicio. Si algunas partes de las Escrituras parecen menos edificantes, que entonces esas sean más frecuentemente leídas pues son necesarias. Los Salmos de David como una devoción diaria, y los proverbios de Salomón en la conversación; serán provechosos para que tomes ventaja y seas bien versado en ellas… Cuando escuchas a tus hijos leer la Biblia, ellos son tentados a leerlas como no más que un libro de escuela; pero cuando ellos te escuchan leyéndola en una solemne, y religiosa manera, sale como debe, con mayor autoridad.

Aquellos jefes de familia que toman conciencia de hacer esto diariamente, mañana y tarde, reconociéndolo como parte del deber de cada día, ---Estoy seguro que hayan consuelo y satisfacción en hacerlo así, y encuentran que contribuye mucho a su propio mejoramiento en el conocimiento Cristiano, y en la edificación de aquellos que moran bajo su sombra…”

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1 comentario:

  1. Hermoso artículo!!!! Como muchos otros más de éste bendecido Blog. Dios le guarde hermana y le siga dando palabra para compartir! :D

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