“Erase una vez…” ¡Amo las historias que comienzan de esa forma! Y Esta es una historia verdadera:
Hace cien o más años atrás, vivió un predicador llamado Carlos. Era un hombre joven, pero era bendecido por Dios con una gran sabiduría espiritual y le concedió pastorear una gran iglesia en Londres. Entre su congregación había una joven llamada Susana, a quien Carlos animaba en su fe y también bautizó. Se hicieron amigos y ambos fueron invitados a asistir a un evento social. Se sentaron juntos. Carlos tenía un libro con el, Filosofía Proverbial de Martin Tupper, y leyó en alta voz lo siguiente:
“Busca una buena esposa de tu Dios, pues ella es el mejor regalo de Su providencia; sin embargo no pidas en atrevida confianza lo que El no ha prometido: tu no conoces Su buena voluntad; entonces que tu oración sea sumisa y deja tu petición a Su misericordia, asegurado en que El tratara bien contigo. Si has de tener una esposa en tu juventud, ella esta ahora viviendo en esta tierra; por lo tanto piensa en ella y ora por su bien.”
El hizo una pausa – para que solo Susana pudiera escucharlo – y susurró, “¿Oras por aquel que ha de ser tu esposo?” Eventualmente Carlos y Susana se casaron – y Dios bendijo el matrimonio y ministerio del Sr. y la Sra. Spurgeon por muchos años.
Leí esta historia por primera vez cuando tenía diecisiete años y me encanto – en parte porque yo ya estaba orando por “aquel que ha de ser mi esposo”. No se cuantos años tenia cuando por primera vez ore por él – todo lo que puedo recordar es haber orado por él “toda mi vida”. Desearía tener un record de todas las oraciones que he hecho por “aquel que ha de ser mi esposo”. Pero pensé que más bien compartiría algunas de las cosas por las que he pedido para él en mis oraciones, esperando que, si aun no oras por él, te veas inspirada a orar por “aquel que será tu esposo”.
Me pregunto, ¿qué haría Dios si las mujeres jóvenes de esta generación se pusieran de rodillas y oraran que la fe en Jesús fuera la “única cosa” que definiera a sus futuros esposos – y por ende a lo hombres jóvenes de esta generación?!
Orar por nuestros futuros esposos es una forma maravillosa de seguir el ejemplo de la mujer en Proverbios 31:12 y de hacerles a nuestros futuros esposos “bien y no mal todos los días de nuestras vidas:” ¿Pero cómo hacemos eso en la realidad? ¿Cómo lo hacemos práctico? ¡Puede ser intimidante! No sabemos el nombre del chico, ni su edad, ni su familia, iglesia, educación y situación laboral – ¡ni siquiera sabemos si aun no es Cristiano! Aquí hay algunas ideas de cómo hacerlo…
Ora por las cosas importantes en la vida de tu futuro esposo. Hay tres cosas que considero “importantes” en la vida de mi futuro esposo – su fe, su caminar con Dios y su corazón.
Su Fe: ¿Es el Cristiano? Siempre he asumido que mi futuro esposo ya es un Cristiano, pero… puede que no lo sea hoy en día; y por años he orado periódicamente por su salvación. Podemos también orar por la fe de nuestros futuros esposos para que crezca en profundidad y calidad, en fuerza y tenacidad, y también en gracia. Oro que mi futuro esposo sea fuerte cuando sea tentado y humilde cuando sea refinado. La fe de nuestros futuros esposos impactara directamente nuestra fe, la fe de nuestros hijos, la fe de nuestros nietos… y la fe de incontables generación por venir si Jesús aun no ha llegado.
Su Caminar Con Dios: La fe es el fundamento del caminar con Dios de nuestros futuros esposos, pero seguir a Jesús es una aventura – y un peregrinaje que involucra muchas pruebas: de fe y de convicción y de obediencia. Podemos orar para que nuestros futuros esposos caminen humildemente en fe con Dios (Miqueas 6:8) – que tengan la fe para seguir caminando por fe y no por vista cuando se ponga difícil el mantener sus convicciones, cuando hacerlo no sea “popular” (¡aun ante sus propios ojos!), que así obedezcan la voz de Dios a cualquier costo. Oro que mi futuro esposo se preocupe más por caminar con Dios que por caminar con amigos o colegas o en seguir las multitudes persiguiendo popularidad o riquezas.
Su Corazón: A menudo pienso en el corazón de mi futuro esposo – quien es él, en lo mas profundo de su corazón, a solas con Dios. Pienso que algunas personas llamarían a eso “personalidad” o “carácter” o cualquier otra cosa – o tal ves “alma”. Oro que mi futuro esposo aumente su conocimiento de Dios y madurez espiritual (Efesios 4:13), conozca a Jesús (Filipenses 3:8 y Filipenses 3:10), y sea conformado a la imagen del Mesías (Romanos 8:29). Podemos orar por nuestros futuros esposos para que tengan una personalidad agradable y un carácter fuerte. Para que Dios los purifique de aquello que no le agrade a El. Y por sus corazones para que sean honestos y verdaderos y sinceros.
Ora por otras aéreas en la vida de tu esposo. Hay otras aéreas en las vidas de nuestros futuros esposos que también podemos recordar en oración – esta no es una lista exhaustiva, sino ejemplos de cosas que podemos pedir:
- Su Visión
¿Tiene el una visión (Proverbios 28:18) para su fe, su vida, su matrimonio, su familia, su ministerio y/o trabajo? - Su Trabajo/Ministerio
Nuestros futuros esposos pueden estar en la secundaria o en la Universidad, pueden estar trabajando, pueden estar sirviendo en el ministerio – ¡o aun en misiones! – Y yo oro al Señor para que bendiga los esfuerzos de mi futuro esposo. - Sus Relaciones Familiares
El es un hijo – y quizás también sea un hermano. - La Compañía que Mantiene
El tiene un pastor, maestros, mentores, amigos, colegas… ¡quizás cientos de “otros” en Facebook! - Sabiduría
Oro que Dios le conceda a mi futuro esposo sabiduría en todos sus caminos. - Pureza
Pureza de cuerpo, mente, corazón, alma… ¡esto es importante! - Generosidad
¿Es él generoso – con su tiempo, sus posesiones, su dinero… con “si mismo”?
Ora por tu futuro esposo con la Biblia. La Biblia es “Inspirada por Dios y útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en toda justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17) – ¡podemos ser inspiradas por la Palabra de Dios mientras oramos por nuestros futuros esposos!
- El Salmo 15 dice “Señor, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia…” (:1,2) y el Salmo 112 dice, “Bienaventurado el hombre que teme a al Señor, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera…” (:1) – así que yo oro, “Querido Dios, por favor ayuda a mi futuro esposo a temerte y a amar tus mandamientos; ayúdale a caminar y a actuar rectamente.”
- David es descrito como un hombre conforme al corazón de Dios (Hechos 13:22) y un hombre que cumplió la voluntad de Dios en su generación (Hechos 13:36) – Así que yo oro, “Querido Dios, por favor moldea a mi futuro esposo en un hombre conforme a tu propio corazón y guíale a cumplir Tu voluntad en su generación…”
- Un numero de los hombres de la Biblia retratan buenas, y piadosas características. Por ejemplo, Moisés era humilde (Numero 12:3) y Josué fue valiente (Josué 1:9) y (Josué 24:31) – Así que yo oro, “Por favor ayuda a mi futuro esposo a ser humilde y valiente…”
Mira a Dios mientras oras por tu futuro esposo. Puede que sea fácil obsesionarse con orar por nuestros futuros esposos, pero mi experiencia es que es algo que ha sido regulado por Dios – y, espiritualmente, una realidad de la vida que Dios me ha dado a vivir hoy – tanto en frecuencia como en intensidad, por ejemplo:
- Algunas veces sentiré que Dios esta poniendo una carga especial sobre mi futuro esposo en mi corazón, así que oraré por esa carga – sea su fe, o amigos o visión.
- Algunas veces pensare repentinamente en mi futuro esposo – y ofreceré una rápida oración por él pidiéndole a Dios que toque su corazón y le anime al recordarle que es amado por Dios.
- Y algunas veces…? Estoy ocupada “viviendo” y ofreceré una rápida oración una sola vez en la mañana durante la semana y esto es todo lo que diré, “por favor bendice a mi futuro esposo y guárdale a salvo y gozoso.
Si te sientes guiada por Dios para orar por tu futuro esposo, puede que encuentres a Dios dirigiendo tus oraciones también. Puede que hasta te des cuenta que El te anima para que ores por tu futuro esposo cuando te ves tentada a sentir pena por ti misma y ¡a imaginar toda una vida de anciana soltería! Hablo por experiencia…
Pide por muchas cosas en fe en la vida de tu futuro esposo. Puede que yo este sugiriendo que pidamos por muchas cosas, pero mis oraciones no son más que un reflejo de mis esperanzas. Se que me casare con un hombre – un hombre real que tiene gustos peculiares por la comida (que espero coincidan con los míos) y días de mal humor (¡pero con suerte no muy a menudo!). Él no será perfecto, como yo no soy perfecta. Pero confío en Dios que Él está refinando a mi futuro esposo a la imagen de mi Jesús como El me está refinando a mí – así que oro en fe para que mi futuro esposo sea un hombre de Dios. Creo que eso es lo que Dios desea de todos Sus hombres – todos los hombres que le conocen y le aman a Él. Y creo que esto es lo que Dios desea que Su mujer espere y ore… en fe.
“Mientras oras por tu futuro esposo, no te enfoques sólo en tus propios deseos, sino en como tus oraciones pueden ayudar a moldearle a él en el poderoso hombre que Dios le ha llamado a ser. Si oras diligentemente por él y llevas esta practica al matrimonio, te asombraras en como Dios le moldea en el hombre que tu corazón desea.” {Leslie Ludy}
Publicado Originalmente en: www.ylcf.org como "Do You Pray For Him?"
Traducido al español por Karen Villarreal
Que belissimo texto embora esteja em espanhol eu pude compreender grande parte dele! Gostei bastante e espero que Deus abençoe o autor deste artigo.
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