Ring, ring, es el eco en mi corazón de una ilustración que Josh y yo leímos ayer en un libro que comenzamos a leer juntos la semana pasada. En ese capítulo el autor está hablando de la gloria de Dios, y ésta mañana el Señor parecía continuar instruyéndome en ésta lección cuando leía mi Biblia.
Francis Chan ilustraba su punto sobre la gloria de Dios con una película en la que quizas tu o yo participamos como extra. Pero nuestro "rol" en realidad no tiene ningún libreto que memorizar, de hecho sólo aparece a lo largo de la película una vez, y de espaldas y por un nano-segundo. Aún si esto fuera verdad, muy posiblemente iríamos al cine a ver la película, sólo por que sabemos que participamos ahí. Pero, ¿rentaríamos toda una sala de cine e invitaríamos a todos los que conocemos diciéndoles que esa película se trata de nosotros? Seria ridículo y todos lo sabrían.
De la misma manera, la historia de la humanidad, del mundo, del universo, de toda la Creación no es la historia de nosotros, el protagonista es Dios y siempre lo ha sido. Abraham, Jacob, Moisés, Pablo, Juan, y todos aquellos de los que hemos leído en las Escrituras, en su espacio de tiempo vivieron para la gloria de Dios. Ellos fueron personajes que glorificaron el Nombre de Dios, y Él no espera menos de mi o de ninguno de Sus hijos. Por supuesto cada uno de ellos tuvo un rol especial en cumplir los propósitos de Dios, y aunque mi nombre no se encuentre en la Biblia, existe en ese tiempo-espacio entre el libro de los Hechos y el Apocalipsis. En la película de la vida, no somos los protagonistas, y solo tenemos nuestro "nano-segundo" de vida para vivir. ¿Cómo lo viviremos? ¿Glorificaremos a Dios en toda nuestra manera de vivir o viviremos la ilusión de creer que podemos crear nuestro propio mundo y hacer como queramos? ¡Como hijos de Dios nuestra misión es exaltarlo a Él y provocar a los ángeles, hombres y a todo cuando ha sido creado a alabar el Nombre de Dios!
¿Cómo le damos la gloria a Dios?
"Si pues coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo TODO para la gloria de Dios." 1Cor.10:31
Francis Chan:
"Tal vez la vida sea vea muy bien para ti ahora. Dios te ha dado ésta bendición para que puedas mostrarle al mundo una persona que disfruta las bendiciones, pero que está totalmente obsesionada con Dios.O quizás la vida sea muy difícil para ti ahora, y todo parezca una batalla. Dios ha permitido estas cosas duras en tu vida para que puedas mostrarle al mundo que tu Dios es grande y que conocerlo a El trae paz y gozo, aún cuando la vida es difícil. Como el Salmista escribió, 'Vi la prosperidad de los impíos... Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón... Cuando pensaba, tratando de entender esto, fue difícil para mí, hasta que entré en el santuario de Dios' (Salmo 73:3, 16-17). Es bastante fácil desilusionarse con las circunstancias de nuestra vida si la comparamos con las de los demás. Pero en la presencia de Dios, Él nos da una paz profunda y un gozo que lo trasciende todo.Para ser brutalmente honesto, realmente no importa en que lugar te encuentres ahora mismo. Tu parte es darle a Él gloria--ya sea comiéndote un sandwich en tu hora de almuerzo, tomándote un café a las 12:04 a.m para poder estar alerta en tu tiempo de estudio, o viendo a tu bebé de cuatro meses mientras duerme la siesta. El punto de tu vida es apuntar hacia Él. Sea lo que sea que estés haciendo Dios quiere ser glorificado, porque TODO ESTO es Suyo. Es Su película, Su mundo, Su regalo."
~Crazy Love, 'You Might Not Finish This Chapter', pág. 44.
Un versículo que ayuda a ampliar más el concepto que Pablo plantea en 1 Corintios de hacerlo todo para el Señor, es el mandamiento de Jesús a todos nosotros en Lucas capítulo 21:34,36:
"Mirad (estad alerta, velad) también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.(vr.34)
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre." (vr.36)
El punto es la intensión de nuestros corazones en todo lo que hagamos, comer y beber son dos de las cosas básicas y esenciales de la vida, todo lo demás son los afanes de los que habla el Señor Jesús. En lo esencial y en todo lo demás nuestro corazón debe estar reposado en el Señor, no distraído con las cosas temporales de la vida sino con la mirada en las cosas de arriba, en el Reino de Dios, en que Su Nombre sea conocido y glorificado por todos y en todos.
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