Y ellas me hacen recordar de aquel Salmo que poéticamente comunica una gran verdad:
"El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo,
Las flores que hay en mi patio son preciosas, sus colores tan radiantes y su aroma tan exquisito, me parece increíble que algunas de ellas tengan tan solo diez días de vida, porque si mal no recuerdo mi esposito cortó el pasto aquel Domingo. Crecieron rápidamente, seguramente morirán muy pronto, es la ley de la vida. Y ellas también como yo, han experimentado las diferentes oleadas de los vientos cardinales, un invierno lluvioso y gris, una primavera calurosa y brillante, un nuevo apellido y un nuevo hogar, una nueva casa y un nuevo vecindario. Y la Biblia me dice que mi vida es como esa flor, que la gloria de mis dias también como la flor deberá tener su final; que los cambios y las estaciones pueden golpearme y arrancarme de mis cimientos o pueden alimentarme,avivarme y ayudarme a crecer. Todo depende de donde esté sembrada mi alma, donde está arraigado mi corazón.
...Que pasó el viento por ella, y pereció,
Y su lugar no la conocerá más." ~Salmo 103:15-16
Porque si mi corazón está en mis nuevas experiencias, o en mi esposo, y no en Cristo Jesús, los vientos radicales de la vida pasarán por encima haciéndome perder de vista la misión, la razón, el motivo por el que aún estoy aquí. Pero independientemente de que los vientos contrarios de las pruebas intenten dañar mis raices, hay otra cosa que el viento tambien puede hacer, y esta puedo procurar de ese viento suave a mi favor, que sostiene mis pies y me impulsa a correr más de prisa hacia la meta final prometida en Cristo Jesús.
Hay otro elemento natural que se ha hecho presente en esta época del año también, y es la luz. Los días ahora parecen más largos porque oscurece a las 7pm, seguirá siendo asi aunque no por mucho tiempo. Este elemento me recuerda que aun hay tiempo, muy poco, o tal vez mucho dependiendo de quien lo mire, lo cierto es que aún hay tiempo para que la luz del nuevo día que Jesús trajo a mi corazón brille continuamente sobre aquellos que permanecen en oscuridad.
Mi vida es como esa bella flor, cuidada y regada por Dios, y también es como la luz, aquella que se pone en lo alto para alumbrar. Aunque mi vida sea corta, Dios me ha dado una importante misión, y si tú eres Su hija, Él te ha dado la misma misión también. Y aunque a nuestros ojos nuestras vidas parezcan pequeñitas e insignificantes, a los ojos de Dios no carecen de valor, aún la flor mas escondida y pequeña está bellamente diseñada por Él y Él se deleita en ella. Dios tiene el mejor propósito con tu vida y la mía, Dios sabe que Su obra en sus hijos es buena y poderosa para abrazar Sus promesas y poner las manos en el arado sin mirar atrás.
Ahora que todavía hay tiempo, aunque los vientos de tu vida cambien, aunque los colores se desvanezcan, aunque sientas que el viento frio quiera aislarte, busca, alma mía, que otros puedan ser alumbrados con la luz de Jesús que brilla en tu corazón, oler tu aroma y escuchar la voz de tu Salvador.
Hermosa y practica reflexion sobre la transitoriedad de la vida como la flor del campo que hoy es y mañana no! Que bueno hija que sigas alumbrando con la luz del Señor ahora donde EL por su gracia y amor te ha colocado... Tu gozo y felicidad me gozan y me hacen sentir el descanso y la satisfaccion de haber realizado en el Señor la tarea encomendada como madre, muy a pesar de mi misma. Te amo hija, Dios te ha coronado de gracia y de verdad!
ResponderEliminar