miércoles, 1 de agosto de 2012

La Mansedumbre es Belleza



La mansedumbre, en las Escrituras, es especialmente encomendada a las mujeres. Mientras estamos pensando en porque debemos alcanzar la mansedumbre,  como mujeres es natural para nosotras (y nuestra cultura realmente promueve esto), enfocarnos en la belleza física--en el adorno externo, en nuestros peinados, en nuestra forma de vestir, nuestras joyas, o maquillaje. Si ves los anuncios publicitarios para mujeres, esas son las cosas que están siendo promovidas como verdaderamente importantes.


Pero la Palabra de Dios tiene un consejo verdadero para nostras como mujeres. Nos ayuda a ver la belleza desde la perspectiva de Dios. En 1ra de Pedro capitulo 3, verso 4, donde el apostol dice, "que tu adorno (las cosas que tu consideras atractivas y hermosas) sea el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios."

Un espiritu afable. Esa palabra en el griego original es manso.

Un espíritu manso,
un espíritu afable,
un espíritu apacible. (sereno, suave)

Las escrituras dicen que una mujer que posee una actitud interna del corazón que sea mansa o afable y de espíritu apacible o sereno le atribuyen una belleza que es incorruptible. Es una belleza que no puede desvanecerse.

Es una belleza que tu no tienes que que alcanzar mediante todo tipo de cirugía cosmética o de rutinas de belleza para preservar. Es algo que se hace mas dulce y rico y mas hermoso mientras envejeces. 



 
~Nancy Leigh Demoss @TrueWoman.com