Un articulo que nos cae a todas, --"de las cuales yo soy la primera". Espero que edifique tu vida de la misma manera que ha edificado la mía.
Dios te bendiga
~Karen
La Verdadera Fuente de la Felicidad
Por Leslie Ludy
En mi libro Set Apart Femininity escribí sobre Sabina Wurmbrand, la esposa de Richard que estuvo en prisión y bajo tortura durante diez años por causa de su fe en Cristo Jesús. Durante diez años, esta increíble mujer no sabia que su esposo estaba vivo. Ella misma estuvo en prisión durante cuatro años, luego terminó en las calles sin manera alguna de comprar, vender o conseguir algún empleo. Su vida era inexplicablemente difícil, y su matrimonio ciertamente no se parecía en nada a un cuento de hadas. Aunque su esposo la amaba tiernamente, ella no podía apoyarse en él para su diario consuelo y fortaleza. El no podía comprarle rosas, ni siquiera expresarle su amor por ella durante esos años de tortura y confinamiento. Y sin embrago ella permaneció tan gozosa, radiante, plena y cabal tal como lo era antes de que su esposo Richard fuera apartado de ella cuando estaba a su lado. ¿Porqué? Porque Cristo Jesús lo era todo para ella.
El romance celestial de Sabina con Cristo pesaba mucho mas que su romance terrenal con Richard. Su intimidad diaria con el Príncipe de su corazón la sostuvo a traves de las noches mas oscuras y solitarias. Ella no sólo sobrevivió esos años difíciles --ella triunfó sobre ellos. Su vida fue un glorioso despliegue del amor sobrenatural y poder hacia todos aquellos que la conocieron. Ella guió a miles al Reino de Dios --todo porque estaba deseosa de entregar cada esperanza, sueño y expectativa por un romance terrenal y le permitió a Cristo Jesús ser su todo en todo.
Poner a Cristo Jesús primero no es algo que se hace mas fácil cuando estas casada. Sea que tengamos un hombre en nuestras vidas o no, es siempre un reto poder silenciar las demandas egoístas de nuestros caprichos y emociones, y estar consumidas unicamente con El. Pero hasta que así lo hagamos, no estamos realmente listas para un romance terrenal. Y a menudo Dios se abstendrá de traer nuestro futuro esposo a nuestras vidas hasta que nuestro corazón esté completamente rendido a El.
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