jueves, 10 de noviembre de 2011

Eres Indulgente con tus Sentidos? Parte 1







Joshua y Shannon Harris

(Una conversación en Aviva Nuestros Corazones con Nancy Leigh DeMoss)


Joshua Harris: La respuesta para escapar la lujuria está en no rebajar tus estándares, sino en abrazar el estándar de Dios, el cual es no permitir ni aun un indicio de inmoralidad sexual o impureza. Cuando haces eso, te das cuenta que necesitas el poder de Dios viviendo en ti y trabajando en ti para que puedas obedecer.
Nancy Leigh DeMoss: Estoy fuera de la ciudad esta semana preparándome para hablar en una conferencia. Y en la habitación del hotel donde estoy hospedada vi anoche un paquete de café que pienso que describe en gran manera el espíritu de nuestra era. Este café en particular dice, "se indulgente con tus sentidos." Y pienso que describe en tantas formas la manera de pensar del día que vivimos.

Vamos a hablar sobre lo que sucede cuando somos indulgentes con nuestros sentidos mas allá de lo que Dios ha deseado para nuestro bien, y cómo puede eso ponernos en esclavitud, particularmente en el área de la pureza sexual y en los asuntos sexuales.
Estoy muy agradecida de tener aquí a Joshua y Shannon Harris.
Muchos de quienes nos escuchan reconocen el nombre de Josh Harris como autor de numerosos libros. "Le dije Adiós a las Citas Amorosas" (I Kissed Dates Good Bye) fue el primero y ha sido extremadamente popular y útil en el tema de las citas y el noviazgo.
Y luego tenemos la segunda parte a ese libro, llamado "El Chico conoce a la Chica" (Boy Meets Girl) , y luego un libro aún más reciente llamado "Ni Aún se Nombre", y el subtitulo del libro es, 'Guardando tu corazón contra la lujuria.'
Josh, Shannon, que bueno es conocerlos. Las personas que han leído sus libros, y me incluyo, sentimos como si ya los conociéramos. Es agradable tenerlos en persona. Y estoy tan agradecida de darlos a conocer a nuestra audiencia de Aviva Nuestros Corazones y particularmente estoy agradecida de que, Josh, hallas escrito este libro llamado Ni Aun Se Nombre. Josh, de donde sacaste el titulo, y de que estamos hablando en este libro?
Joshua: Bueno, de hecho fue muy difícil colocarle un titulo a este tema de la lujuria porque es un tema que a mucha gente no le gustarían que les vieran cargando por ahí. Así que, estaba orando sobre eso un día, y comencé a recitar Efesios 5:3 para mis adentros, porque lo estaba memorizando, "Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos." Así que mientras permitía que ese versículo diera vueltas en mi mente, esa frase, "ni aún se nombre" se quedó en mi.
Simplemente es un maravilloso recordatorio de cual es el
estándar de Dios en cuando a la santidad y la pureza. Y realmente me confrontó pues muy a menudo ese no es mi estándar. Mi estándar es, "Un poquito esta bien," o "esto no es la gran cosa." Sin embargo, esa declaración, "Ni aun una mención de impureza" me obliga a darme cuenta de mi necesidad de la ayuda de Dios para vivir una vida santa y pura.

Nancy: Eso es cierto. Tú dices en tu libro que algunos de nosotros tenemos lo que tu llamaste una "mentalidad dietética" hacia la lujuria. Qué quisiste decir con eso?
Joshua: Bueno, pienso que nosotros a menudo podemos ver la lujuria como algunas personas ven el chocolate. Es algo que ellos no quieren comer; no quieren ser indulgente con ello. Pero de vez en cuando, un mordisco por aquí o por allá no es la gran cosa.
Y entonces porque en su mayoría esas personas están haciendo un buen trabajo y en su mayoría obedeciendo a Dios, serán indulgentes con sus sentidos, o si lo prefieres, con la lujuria. Y en lugar de verlo como algo que es perjudicial, algo que puede destruir sus vidas y arruinar su verdadero gozo y separarlos de Dios, le darán un vistazo, pensaran en ello, y se entregarán a eso de vez en cuando.
Nancy: Y cuando se trata de chocolate, es una cosa. Pero cuando se trata de ser indulgente con los deseos sexuales fuera de los parámetros que Dios ha definido para nuestras vidas, esa es una historia completamente diferente a simplemente mordisquear un chocolate.

Joshua: Exactamente, y yo pienso, que tristemente, hemos degradado nuestro entendimiento del pecado y de darnos cuenta de que esto es una ofensa contra Dios, es rebelión contra Él. A fin de cuentas, no nos guiará a nuestro gozo. Nos guiará a la insatisfacción; guiará a la muerte.

Nancy: Y no es increíble? realmente es una de las mentiras que el enemigo dice, "Pruébalo,"como lo hizo con Eva en el jardín. El dice, "Serás mas feliz; estarás mejor." Y no fuéramos indulgentes si no pensáramos que ser indulgentes nos va a hacer felices.
Pero la verdad es que, realmente, terminamos como cuando uno se extralimita y es complaciente con sus sentidos físicos. Uno termina enfermo del estomago y realmente enojado con uno mismo. Uno dice, "No debí hacer eso. Ojalá no lo hubiera hecho." Invariablemente es culpa y vergüenza cuando el enemigo dice, "Esto te va a traer felicidad y libertad," y no es así.
Joshua: Cuando escribía este libro sobre la lujuria, tuve que darme cuenta que el verdadero poder detrás de la lujuria esta en esa falsa promesa. Nos da una promesa de que este hecho, cualquiera que sea, ya sea fantasear con alguna persona o con algo, o ver pornografía,... [pon aquí cualquier tentación con la que estés lidiando.] Siempre existe esta falsa promesa de que ésta ves eso te va a hacer sentir realmente bien, de
verdad te va a satisfacer.

Shannon y yo hablamos mucho con parejas que se encuentran en una relación antes de estar
casados. Y es esa mentira, "Vamos a hacerlo sólo esta vez", y me comprometo físicamente en esta relación, y será una expresión de mi amor por el otro, y luego se desaparecerá cuando me case y todo estará bien.
Nosotros les retamos, "No crean esa mentira porque no
satisfará y en ultimas arruinará su relación. Los preparará para la desconfianza y el remordimiento luego si Dios les guía al matrimonio."

Nancy: Shannon, tú no conociste al Señor sino hasta después de tus años universitarios. Por lo que este estándar, de ni siquiera un nombramiento de inmoralidad, el estándar de santidad de Dios, era algo que sonaba nuevo para ti cuando recibiste al Señor?

Shannon: Definitivamente. Obviamente, aún mientras Josh hablaba, venia a mi mente pensamientos de como, cuando era incoversa, estaba totalmente entregada a la lujuria. Tuve muchos novios y me entregué al pecado sexual. No pensaba ni siquiera que habrían consecuencias para ese pecado.

Nancy: Alguna vez pensaste que era pecado? O alguna vez se te cruzó eso por la mente?

Shannon: Realmente no lo creía así. Había ese sentido innato de, "Esto no está bien. Es tomar algo que está bien fuera de su contexto apropiado." Pienso que en definitiva estaba la presencia de ese sentido allí. Pero pienso que estaba tan inmersa en el mundo por lo que no pensaba en nada mas que en mi misma, así que nunca lo pensé dos veces.
Obviamente, cuando conocí al Señor, toda mi cosmovisión cambió. En ese punto inmediatamente, dramáticamente cambie la forma en la que estaba viviendo mi vida y me rehusé a entregarme nuevamente a eso.

Nancy: Y eso sucedió porque comenzaste a recibir enseñanza de que ese no era el plan de Dios? Es sólo la obra que el Espíritu hizo en tu corazón? Como comenzaste a saber cual era el estándar de Dios para la pureza?

Shannon: Bueno, en la Biblia es evidente y claro. Recuerdo específicamente cuando leía en Romanos 1:28-29 sobre como seriamos entregados a la inmoralidad sexual y Dios nos dejaría en nuestro pecado. Y me sentí confrontada, que eso estaba hablándome a mi, que Dios simplemente me había dejado andar en mi pecado.
Luego, obviamente, la obra del Espíritu, de que yo sólo quería agradar al Señor ahora. Y hay muchos versículos acerca de no entregarse al pecado sexual, de esperar hasta estar casado. Pienso que la Biblia es muy clara sobre eso. Yo sólo quería agradar a Dios cuando me convertí.
Nancy: Y permiteme tan solo decir, Shannon, que eso es una gran evidencia de que eres hija de Dios. Tenemos tantos Cristianos profesantes hoy día, personas en nuestras iglesias, grupos de jóvenes, mujeres en sus 20, mujeres mayores que están siendo condescendientes con el pecado sexual no dándose cuenta de que si no tienen un corazón para agradar al Señor, entonces tienen una muy buena razón para cuestionar si en realidad pertenecen al Señor o no.
Así que es una gran evidencia que Dios realmente te trajo a la fe porque fuiste atraída a la Palabra, y tu comenzaste a verla como la autoridad de tu vida y en tu estilo de vida.

Joshua: Y si me permites honrar a Shannon en eso también; Quiero decir que ésa decisión y ése deseo de honrar a Dios en esa parte de su vida requirió del rompimiento de viejas relaciones. Requirió el no salir mas con el mismo grupo de amigos ni salir a los mismos lugares a los que ella estaba acostumbrada.


Yo aún no la conocía a ella en ese punto de su vida donde ella vino a Cristo. Pero eso es lo que ocurre cuando pones tu fe en Dios y realmente te arrepientes de tus pecados: No deseas estar mas en esos mismos ambientes que te tientan y te atraen al pecado. Y ella estaba huyendo de esos lugares.
Shannon: Y hay algo que decir acerca de las consecuencias . . . Cuando era mas joven, yo no estaba pensando en esas consecuencias. Pero entonces conocí a Josh. Hubo una ocasión en la que de hecho estuvimos sentados en un restaurante, y yo tuve que contarle a él todo mi pasado. Fue en ese momento que repentinamente fue muy real y tangible para mi darme cuenta de que mi pasado si afectaba mi futuro. Hubo consecuencias por el pecado que yo había cometido anteriormente.

Pienso que es fácil pensar en algún momento, "Esto nunca va a volver a mi. Simplemente puedo hacerlo ahora, y no habrá ninguna consecuencia." Pero la verdad es que tú nunca sabes como es que esas consecuencias van a ser, o como van a aparecer en tu vida, pero las promesas de Dios son verdad. El tiene buenas promesas, pero El también tiene las promesas como, "Sembrarás lo que cosechas," Gálatas 6:7-8, y eso fue lo que en definitiva me paso a mi...
Continúa aqui~ Parte 2


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Un Programa de Aviva Nuestros Corazones, del Jueves, Noviembre 10 en el 2004, retransmitido el 10 de Noviembre del 2011. Traducido al español por Karen Parsley


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